Cómo servir comida de calidad y ahorrar tiempo en hostelería
Todas las profesiones están asociadas a etiquetas y es obvio que la hostelería es una profesión estresante. Existen horas puntas en las que todo el mundo decide ir a comer sin tener en cuenta que no son los únicos en el bar o restaurante, a pesar de ello, quieren que su comida se sirva rápido y por supuesto que sea de calidad.
¿Te dedicas a este sector y te gustaría servir comida de calidad a un buen precio sin que lleve demasiado tiempo prepararla? La solución es sencilla, incorpora recetas con productos congelados en la carta.
Igual tienes prejuicios ante los congelados, pero debemos recordar que la máxima calidad a la hora de tener un excelente producto culinario es el punto en el cual su aroma, textura, aspecto y sabor son idóneos, y cierto es que los productos que se congelan a las pocas horas de ser recolectados, como son las verduras, llegan prácticamente al consumidor en las mismas condiciones y calidad con las que eran recogidas de la huerta, conservando las mayor parte de sus valores nutricionales.
 Las verduras congeladas además de mantener los nutrientes como hemos comentado anteriormente, nos hacen el trabajo más fácil y son el aliado perfecto de la hostelería, ¿quieres saber por qué?
1. Nos permite conseguir un alto grado de seguridad e higiene fundamental en este sector. La congelación evita la degradación natural de los alimentos y además estos productos han pasado por rigurosos controles de higiene y seguridad que evitarán casos de intoxicación.
2. Precios más atractivos y disponibles todo el año, pero sin bajar la calidad del producto final. Las verduras se recolectan en campaña, cuando el volumen y el precio es más asequible. Una vez congeladas están disponibles todo el año, sin depender de las temporadas, a un precio más competitivo.
3. Nos ayudan a optimizar stocks. Podemos utilizar la cantidad que necesitemos según el número de clientes que tengamos y guardar el resto en el congelador sin que se estropee, reduciendo el desperdicio alimentario en nuestra cocina. La mayor vida útil de las verduras congeladas además nos permite mayor holgura a la hora de provisionar sin el riesgo de que se estropee la verdura fácilmente.
4. Nos permiten ahorrar tiempo. Las verduras congeladas ya vienen preparadas para cocinar, están lavadas, peladas, cortadas y con un punto de cocción, incluso pueden estar disponibles prefritas, asadas o mezcladas con ingredientes adicionales tales como carne, pescado, pasta, arroz, salsas y otros aderezos. Pueden cocinarse directamente del congelador, con un simple salteado o hervor, así de rápido.
 Si lo que buscas es conseguir la satisfacción final de tu cliente, las verduras congeladas se pueden convertir en tu fiel compañero, te permitirán ofrecer una carta saludable, variada, asequible y de calidad, como si fuesen productos recién recogidos del campo.